Aun recuerdo cuando Marta me insistía: tienes que ser tú y no otro el fotógrafo que venga a mi boda … Cuando te lo piden de esa manera la responsabilidad te da un baño: Sabes que no puedes fallar, hay una pareja que quieren recordar su boda con el paso del tiempo con tu manera de narrar historias, con tu visión fotógráfica, en definitiva: con tus fotos.
Eso es habitual para mi: Yo siempre he sabido que la única manera de crecer en la fotografía de bodas es tratar todas las bodas como si fueran a ser un álbum de exposición, dando el máximo y buscando encuadres que trasmitan, puntos de vista originales y por supuesto, contando la historia de una manera natural, sin posados forzados.
Agradecer publicamente el magnifico trato que nos dieron todos los invitados: Marta y Enrique, el gemelísimo, las hermanas de Marta (sobrinito incluido), los papas y las mamas, asi como todos los amig@s de la feliz pareja.
Y sin más os dejo con una historia de amor, olas, besos y fuegos … la historia de Marta y Enrique